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La tecnología en la educación de nuestros hijos

Por Clara Cordero , 20 enero, 2014

By Galymzhan Abdugalimov

 

La actualidad tecnológica inunda nuestras vidas. La sociedad de ahora vive conectada a través de diferentes dispositivos a la red, interactuando constantemente y colaborando en diferentes plataformas de una manera real y continua que sigue creciendo cada día que pasa. La Fundación Telefónica se ha encargado de reflejarlo a través de la 14º edición de su informe anual «La sociedad de la información en España» del 2013, donde pone de manifiesto, que, incluso en educación, la mochila digital va ganando terreno, instaurándose aplicaciones escolares en los colegios españoles.

 

Esta tendencia, sin embargo, parece verse frenada por el aumento lectivo de las habituales materias troncales en detrimento de otras,  y con la consecuencia de que los libros de texto se cambian, aumentando el gasto por familia y sin ver una posible solución con las mochilas digitales que de tanto se habla.

¿Y si en lugar de tanto libro de texto, se subieran al carro de las teorías más innovadoras para el aula? Hablamos de flipear la clase, una nueva tendencia muy eficaz y productiva de enseñanza donde el alumno verdaderamente aprende a través de la investigación y el estudio de los contenidos y de su puesta a debate en el aula, donde el profesor no utiliza libros de texto a la antigua usanza si no que graba lecciones y ofrece materiales de estudio para que cada alumno elabore su propio aprendizaje del contenido concreto y donde la tecnología se utiliza de manera habitual como una herramienta más en el aprendizaje.

Al hilo de esta tendencia tenemos que hacer hincapié en la nueva revolución educativa que surge de la mano de rEDUvolution, con María Acaso, quien además rechaza el espacio del aula como único posible y amplia perspectivas alentadoras en su libro, donde participa de  lo que se ha llamado educación disruptiva. Términos como hackea el aula, nos llevan de vuelta a la tecnología, donde la educación necesita ser alimentada por esta en vías de evolucionar, de cambiar y a ser posible de mejorar el aprendizaje. Porque vivimos en un sistema educativo anclado en el pasado, sin retorno, sin futuro, y la tecnología está, existe y se usa. ¿Qué más se necesita para ver este cambio de paradigma? ¿Cuántas redes sociales, universidades online, estudios sociales, denuncias públicas deben hacerse para que el gobierno comprenda esto?¿Y para qué lo comprendan las escuelas? ¿Y los docentes? Sólo hace falta voluntad, romper con lo tradicional y salir del aula, utilizar los recursos digitales de los que disponemos y seguir adelante. Nuestros niños nos lo agradecerán, su aprendizaje será real y estarán motivados para seguir aprendiendo toda la vida, el fracaso escolar terminará y un mundo más feliz se vislumbrará.

Cuando vivimos en la era de la colaboración, del todo se comparte, del me gusta, del voluntariado, y la educación sigue basándose en competitividad y rendimiento (más bien esclavitud). Cuando todos vivimos conectados, y queremos expresarnos con nuestros blogs y nuestras redes sociales, cuando conocemos más personas que nunca, y somos más sociales que nunca, cada vez estamos más desamparados y solos.
Tenemos que agradecer que la evolución se abre paso, y antes o después cambiará las cosas y la tecnología llegará a la educación, como ha llegado en algunos rincones. Cuando hablo con otros docentes, uno se da cuenta de que no está solo y de que cada vez somos más. Ya podemos hablar de una feria tecnológica que incluye la educación , como ha sido la pasada SIMO 2013, ya hablamos de contenidos digitales creados expresamente para educar como han sido los galardonados con los Premios Nacionales de Educación para equipos docentes .
La rEDUvolution está aquí y todos debemos arrimar el hombro para lograr más y mejores aprendizajes. Olvídemonos de tanto informe PISA que nada tiene que ver con nosotros. Circula por la red constantenmente el caso Finlandés como modelo educativo, la valoración que dan a sus docentes, la tardía escolaridad de los alumnos, las facilidades. Es hora de tomar el ejemplo e intentarlo, de ser creativo. En todo este proceso habrá fallos y errores de los que aprender y seguir adelante pero hay que tirar la primera piedra para no quedarnos obsoletos.

La tecnología también nos ha traído otros beneficios al campo educativo estas semanas. Hablamos del crowdfounding, ese proceso por el cual alguien expone su causa y solicita dinero para llevarla a cabo, pues ahora será posible también para pagar becas universitarias. Las StartUps también están al corriente en el campo educativo y todo a través de la red. Se logran fondos, se participa, se colabora, se dona todo por mejorar el estado en el que nos encontramos.

Todos buscamos la solución y casi… la tenemos en nuestras manos.