Portada » Deportes » El trono del baloncesto europeo en juego

El trono del baloncesto europeo en juego

Por paco , 15 mayo, 2014
Los entrenadores de los cuatro equipos posan frente al Duomo. Foto: Euroleague

Los entrenadores de los cuatro equipos posan frente al Duomo. Foto: Euroleague

CSKA, Maccabi, Real Madrid o F.C Barcelona. Uno de estos cuatro equipos logrará la victoria en la Euroliga, casi 30 partidos después de empezar la competición, cada vez más larga, y que se decide en un duelo a cuatro a partir de mañana en Milán.

No serán los partidos más divertidos de la temporada (“show time”, a cuenta gotas), pero competitividad e intensidad habrá de sobra, en los tres partidos (las dos semifinales y la final) más importantes de la temporada en el baloncesto europeo.

La perseverancia no es siempre la fórmula del éxito (Tau Baskonia: cuatro Final Four seguidas y ninguna victoria), pero parece que antes o después tiene que llegar la victoria del Real Madrid de Pablo Laso, un equipo que cada año acorta su distancia con la perfección, con un estilo a contra corriente: frente al baloncesto rácano del Olympiacos (ganador hace dos años anotando solo 62 puntos y vencedor también el año pasado) y ante la tendencia dominante de jugar a pocos puntos, Laso ha propuesto un modelo de baloncesto ofensivo, divertido, que llena pabellones. Y que merece el éxito, por qué no decirlo.

Su rival en la semifinal será el Barcelona Regal (se aconseja dejar a un lado las filias y fobias del balónpie para disfrutar de estos partidos). El equipo de Xavi Pascual, e insisto en nombrar a los entrenadores por la gran impronta con la que ambos han marcado a sus respectivos equipos, lleva una preocupante racha perdedora contra el Madrid. El año pasado perdieron tanto en la semifinal de la Euroliga como en la final de la ACB, y este año también cayeron en la final de la Copa.

Nótese que solo menciono las finales importantes y poca o ninguna importancia debe dársele a la victoria culé del pasado fin de semana en la Liga ACB. Esto es otra cosa. El ciclo favorece al Madrid, las sensaciones y el hambre, también, pues ningún jugador blanco ha ganado todavía el máximo título europeo. En el Barça lo han hecho varios, incluso más de una vez.

Pero si algo caracteriza al Barcelona de Xavi Pascual es su capacidad competitiva. Durante toda la temporada ha sido un Barça de dos caras, pero con la mejor versión siempre en la Euroliga y siempre en los partidos importantes. Y está Navarro.  El partido, el viernes a las 21:00, será para no perdérselo.

En la otra semifinal se enfrentan otros dos históricos: el CSKA, que se clasificó por delante del Madrid en el top-16, y el Maccabi, que dejó fuera al Armani Milán, revelación de esta Euroliga. La competición no da pie a grandes sorpresas y aquí el duelo de entrenadores también es de altura: David Blatt contra Ettore Messina.

Los rusos no ganan desde 2008 (se han gastado unos 200 millones de euros durante este tiempo), pese a que han jugado la final a cuatro ocasiones. Llevan dos años cayendo humillados contra el Olympiacos (el año pasado anotando solo 52 puntos) y volver a ocupar el trono europeo parece una obligación para ellos, con el mismo bloque de los últimos años (Teodosic, Kristic, Khryapa, Weems, Kaun) y la incorporación de Hines en la pintura.

En frente estará el Macabbi Tel Aviv, el rival más débil, aunque entrenado por David Blatt, lo que siempre debe poner en alerta al rival. Con Devin Smith, David Blu y Ricky Hickman en el exterior, la inspiración de Joe Ingles y la brega de Shawn James en la zona puede poner en serios aprietos a cualquiera, aunque sufrirán cuando empiecen las rotaciones.

La final entre los ganadores de las dos semifinales se jugarán el domingo a las 20.00, hora a la que será mejor no tener otro plan que sentarse en el sofá a disfrutar del mejor partido del baloncesto europeo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.