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Un tiburón con piel de canario

Por Fermín Caballero Bojart , 18 julio, 2014
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Tour de Francia 2014 – Etapa 13 – Saint Etienne / Chamrousse – Victoria de NIBALI. Foto: ASO/X.Bourgois

Fue sin sangre. Limpia mordida al reloj del Tour. Le dejó sin manecillas y a Valverde con la boca abierta rodeada de una pelusa babosa de tres días. El murciano no se quita las gafas nunca. El tiburón enseñó la aleta a un anzuelo de Alejandro. Un ataque tímido. Y como respuesta, a seis y medio de meta, la dentellada definitiva. Y el tiempo siguió avanzando sin esfuerzo. Con la confianza que da el buen estado de forma. Sin levantarse de la bicicleta Nibali presentó sus razones para el Tour. V3 a la chapa (3 victorias junto al número 41).

Si el Tour sigue como hasta ahora (quedan 8 etapas) y vence el italiano, habrá acumulado las mismas jornadas de amarillo que Felice Gimondi y Fausto Coppi. Diecinueve días para entrar en la Historia, pero se quedará a cuatro de alcanzar a Gino Bartali. Y lejos de Ottavio Bottechia y de Fiorenzo Magni que acumularon la friolera de 34 jornadas de líderes. Más cerca tiene superar a Gastone Nencini que, con catorce días de amarillo y unos descensos de libro, se alzó con el Tour de Francia de 1960. Los tifosi se frotan las manos, ya tienen leyenda a la vista si el miércoles 23 de julio Nibali parte de Saint Gaudens primero en la general.

A media mañana las carreteras ya esperaban llenas de espectadores, calor, bosques y pájaros escondidos. Atemorizados por las palas de los helicópteros, como el pelotón con las bielas de Nibali. Esperaban también los equipos el movimiento de sus rivales. Y la primera fuga buena se formó con siete halcones a los que el pelotón cortó las alas sin tregua. Con una diferencia máxima de tres minutos todos sabían que había carrera, y mucha, por delante. El último en caer desplumado fue De Marchi (Cannondale). Pero ya lo decía Tagore, el bosque sería muy triste si solo cantaran los pájaros que mejor lo hacen.

Y la carrera volvió a comenzar a los pies de Chamrousse. Dani Moreno abandonaba en el día de su cumpleaños, maldito regalo; maldito golpe de calor. Jakob Fuglsang, el fiel cuidador del Tiburón, se caía en el peligroso descenso del Palquit. Y a falta de Scarponi tuvo que conformarse hasta donde aguantara el estonio Tanel Kangert. Desabrochado el maillot, pecho al aire, gafas boca abajo por visera y mitigando la fuerza del sol con constantes riegos entre las rejillas del casco Kangert tiraba de Nibali y de 19 hombres más. Una bandada selecta que aún se mantenía recogida en torno a un ardiente asfalto que les guiaba tras el corredor de Astana, que con su maillot abierto parecía desplegar sus alas y alzar el vuelo.

De repente, como herido por un disparo, Kangert quedaba abatido y Nibali se enfrentaba solo, junto al desaliñado, pero no descompuesto, Valverde. Tras ellos, los atemorizados pajarillos, con los ojos puestos en las bielas de la bicicleta del patrón. Y los menos fuertes se descolgaban para siempre, como Richie Porte que perdía la segunda plaza de la general a favor del murciano. El ritmo de los Astana pasaba factura. La estrecha vigilancia entre los favoritos la habían aprovechado Majka (Saxo-Tinkoff) y Konig (NetApp-Endura) para distanciarse en las duras rampas del ascenso. El calor seguía bajando cremalleras y vaciando botellas sobre los cascos. Nibali dejaba tirar a Valverde. Rolland (Europcar) y Rui Costa (Lampre), en un arreón de Thubaut Pinot (FDJ), crujían y se caían del árbol. Nieve tiraba de Porte. Y a 10 kms de meta Valverde probaba un cambio de ritmo. Aumento al que respondía bien el líder que aguantaba sin beber, sin abrir la boca. En una curva, en pie sobre la bicicleta, volvía la cabeza, como pasando lista. Como un canario silbando, preparando el salto. Valverde aceleraba para dejar atrás a Porte. Y Pinot daba otro latigazo. Nueva criba. Solo Nibali y Valverde siguen al francés de la FDJ. Hasta que el patrón dijo: “¡Basta!” y se tragó a la cabeza de carrera con su ritmo constante y sereno. Pinot y Valverde, como niños, se regañaban por los relevos.

Y llegó a la recta de meta. Cremallera arriba, mirada atrás y puños en alto como dejando en el aire una carta hecha bola de papel, de renglones torcidos, de palabras necias y quizás pensando que no hay almohada tan suave como la conciencia tranquila. Victoria de etapa que le refuerza el amarillo y atrapa, al vuelo, el maillot blanco de lunares rojos que mañana le cederá a Purito que mantiene la segunda plaza de la clasificación de la montaña.

Un tiburón, con piel de canario, rodeado de jóvenes que buscan el relevo de los palomos viejos. Un Tour que mañana subirá, por Lautaret (1ª cat), hasta los 2.300 mts del Izoard. Un Tour que no tiene ni vencidos, ni rendidos, simplemente grandes historias personales. Lo difícil es contarlas.

Clasificación 13ª etapa:

1.NIBALI Vincenzo           5h 12′ 29»
2.MAJKA Rafal                   + 00′ 10»
3.KONIG Leopold              + 00′ 11»
4.VALVERDE Alejandro     + 00′ 50»
5.PINOT Thibaut                + 00′ 53»

Clasificación general:

1.NIBALI Vincenzo                    56h 44′ 03»
2.VALVERDE Alejandro            + 03′ 37»
3.BARDET Romain                      + 04′ 24»
4.PINOT Thibaut                         + 04′ 40»
5.VAN GARDEREN Tejay           + 05′ 19»
6.PÉRAUD Jean-Christophe     + 06′ 06»
7.MOLLEMA Bauke                    + 06′ 17»
8.VAN DEN BROECK Jurgen     + 06′ 27»
9.COSTA Rui Alberto                 + 08′ 35»
10.KONIG Leopold                     + 08′ 36»

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Combatiendo el calor en el Tour 2014 (13ª etapa) Foto:Presse Sports/B.Papon


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