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Pixar, mucho más que simple animación…

Por Adrián Magro de la Torre , 12 junio, 2014
  • La exposición de CaixaForum, en Madrid, recorre los 25 años de vida, arte e historia, de este mágico estudio de animación.

El zoótropo de Pixar con algunos de los personajes de «Toy story».

Recuerdo que no hace tanto los más puritanos amantes del cine rehuían por sistema de las películas hechas sin actores o personajes de carne y hueso, salvo raras excepciones, claro está. Y no es que fuesen un género menor, nunca lo han sido. Sin embargo, creían que todo aquello que destilase dibujos animados y/o hechas por animación y/o con la etiqueta, implícita o no, de infantil y/o para niños, iba a ser una auténtica pérdida de tiempo, que su excelso paladar iba a quedarse siempre con hambre al final de la proyección. (No era raro ver cómo un espectador adulto, ante la batalla perdida entre su familia y sus gustos, se sorprendía de aquello que su hijo había disfrutado tanto y a él le había no menos que aburrido.)

Tales conductas empezaron a cambiar significativamente en el año 1995, con el nacimiento de una pequeña joya llamada “Toy story”, una historia que nos maravilló a todos, propios y extraños, y no exagero, logrando a su vez que pequeños y mayores nos pusiésemos de acuerdo y conectásemos de una forma u otra con lo que esos juguetes nos estaban contando. Ambos públicos, diferente edad, mismo entusiasmo –o incluso mayor por parte de los que ya no somos tan niños. Era su primer largo, y el principio del éxito que iría viniendo después.

Tras la cola previa a la exposición –donde constato con agrado que la afluencia de público no puede ser más heterogénea: el universo creado por Pixar tiene tirón, y mucho–, entro y desde que lo hago me arrastra una pequeña sensación de asombro, y miro cada rincón y leo lo que está escrito en cada una de las paredes y asiento en silencio ante las entrañas de las muchas criaturas que conforman el inolvidable universo pixeriano, desde la primera parte de “Toy story” hasta “Cars 2”, pasando por “Los increíbles”, “Ratatouille”, “Wall-E” o “Up”, un total de doce películas en las que soy, a grandes rasgos, partícipe del costoso y gratificante viaje –y nostálgico, por otra parte– que supone la creación y desarrollo de lo que luego con tanta facilidad se degusta en la pantalla.

Figura de Elastigirl, personaje de la película «Los increíbles».

Y sigo y me encuentro una de las más gratas sorpresas de la exposición, gracias al zoótropo con varios de los personajes de la saga “Toy story”, un invento del siglo XIX que hace del movimiento rápido y continuado pura animación. Simplemente, algo maravilloso. Y continúo y no me canso y soy testigo, en cada boceto, en cada dibujo, en cada diseño, en cada molde, de la fórmula mágica empleada por ese genio llamado John Lasseter (director creativo de Walt Disney y Pixar Animation Studios): “Historia, personajes y mundo”. Y ya está. Sin más. Tres pilares, únicamente, fundamentales, que se repiten y se repiten en cada una de las producciones llevadas a cabo hasta la fecha (aunque en sus últimos trabajos, como “Brave”, “Aviones” o “Monstruos university”, la productora haya pegado cierto bajón de calidad). Sus palabras a este respecto no pueden ser más claras: “Siempre había pensado que para crear una buena película de animación hacían falta tres cosas: contar una historia emocionante, poblarla de personajes atrayentes y memorables y situar esa historia emocionante y a esos personajes memorables en un mundo creíble. Si logras hacer bien esas tres cosas, el público se dejará llevar y se divertirá de lo lindo”. Y ves que tiene razón, incluso puede comprobarse al entrar en la pequeña sala de cine que da fin a la exposición, y en la que se proyectan de manera ininterrumpida algunos de sus cortos. (Como curiosidad, entre ellos se encuentra “Luxo jr.”, el cual inspiró el logotipo y seña de identidad de la empresa.) Mis amigos y yo los vemos todos, mientras la gente entra y sale y niños y mayores van poblando el suelo por igual, atentos a una pantalla que, sin palabras, es capaz de decidírtelo absolutamente todo.

*La exposición sigue abierta y puede aún visitarse hasta el próximo 22 de junio.

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