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¡INDIGNAOS!

Por Guillermo Martínez , 2 noviembre, 2014

Paul Klee, Angelus Novus, 1920, acuarela, 31.8 x 24.2 cm, Museo de Israel, Jerusalén.

Stéphane Hessel (Berlín, 20 de octubre de 1917 – París, 27 de febrero de 2013) fue uno de los principales partícipes de la Resistencia Francesa durante la ocupación nazi del territorio galo. Durante la II Guerra Mundial fue torturado por la Gestapo y pudo escapar de los campos de trabajo en dos ocasiones. Después participó en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Como podemos ver en el propio libro, escrito en 2010 y prologado en la versión castellana por José Luis Sampedro, y además en propias palabras del autor: La obra exhorta a los jóvenes a indignase, dice que todo buen ciudadano debe indignarse actualmente porque el mundo va mal, gobernado por unos poderes financieros que lo acaparan todo; es decir, un llamamiento a la insurrección pacífica. En España inspiró al movimiento 15M, iniciado en 2011 por #JuventudSinFuturo que desembocó en protestas pacíficas a nivel mundial. ¡Indignaos! Ha sido traducido al castellano, gallego, euskera, catalán, inglés, alemán, hebreo, portugués y griego.

 

El ensayo que hoy tratamos viene definido en su propia portada como Un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica. Su autor, como ya sabéis, es una de las pocas personas en el mundo que podrían haber hablado así de claro y de forma tan contundente de los problemas actuales con tanta consciencia puesta en el pasado. En el libro nos encontramos un recorrido por las vivencias personales de Hessel con aparentes comparaciones en referencia al mundo actual. En la edición en castellano, publicada en 2011, hace una alusión A los lectores españoles poniendo de relieve las hondas raíces que todos los españoles tenemos, terminando su pequeño escrito del siguiente modo: La España rebelde y valiente de siempre puede favorecer este impulso hacia una Europa cultural, fraternal, y no una Europa al servicio de una financiarización del mundo. Llegados a este punto me gustaría remarcar ese “de siempre” que hace rememorar las luchas sociales acontecidas hace ya décadas en nuestro país, y que según las lecciones de Stéphane, nos anima a continuar y mejorar. Los temas tratados son tan candentes en la sociedad hoy en día como lo eran hace cincuenta años, aún sin solución. La experiencia del escritor nos obliga a reflexionar en la suerte que tenemos todos los días al poder hacer de este mundo un espacio mejor para la convivencia ya no entre países, sino entre personas. Pide, se entusiasma, anima a todas las generaciones más jóvenes a conquistar su propio futuro con la fuerza de la razón, sin violencia, mediante las palabras bien utilizadas y sobre todo, sin el error de la guerra. ¿Su máxima? Hacernos ver que no se necesitan fusilados, misiles o declaraciones de guerra para batallar por el futuro de todos y todas. Y así es como la insurrección participativa de todos los estratos sociales será la única forma de devolver a la gente su poder, a la democracia su valor, a las personas su vida. “¡Indignaos!” repite una y otra vez con un fervor incontenido, buscando con esperanza la chispa que haga explotar todas las injusticias que ahora mismo nos rodean. Hessel, capaz de condensar en 60 páginas una vida entera entregada al bienestar de los demás nos conmueve por su solidaridad con los oprimidos, por su rebeldía contra los opresores, por su implicación en un mejor presente para miles y miles de personas. Un tema muy pronunciado en el libro es la guerra entre Israel y Palestina del que se relata una opinión bien fundamentada y creada a través de la experiencia, de los viajes a la franja de Gaza, Hamás, Cisjordania… Un problema que sin duda, dice, con las armas nunca terminará de resolverse.

La indiferencia: la peor de las actitudes. Título de uno de sus, en mi opinión, mejores capítulos. Y es que a través del tiempo te das cuenta de que todo tiene y/o debe tener algún sentido. Si no, ¿por qué hacer esto o aquello? ¿Con qué finalidad? La indiferencia que te aletarga por un engaño; el mismo engaño en el que la sociedad se ve feliz, contenta y no se da cuenta de que está ensimismada, valga la redundancia, engañada. Y decidme vosotros y vosotras, qué mejor que despertar para luchar por un lugar más sensato, justo y libre en el que poder disfrutar y, en definitiva, vivir. Por ello me uno y suscribo las palabras de José Luis Sampedro, a las de Stéphane Hessel y a las de los miles de indignados necesarios para hacer de este mundo, un mundo mejor, donde los gobiernos gobiernen para la gente, donde el miedo no tenga cabida, donde los pueblos aprendan de su propia historia.

¡INDIGNAOS!

 

 

Citas del libro:

“Es decir, el dinero  y sus dueños tienen más poder que los gobiernos”. (En el prólogo).

“Los medios de comunicación están en manos de la gente pudiente.”

“Una verdadera democracia necesita una prensa independiente; (…).”

“¡Buscad y encontraréis!”

“<<CREAR ES RESISTIR

RESISTIR ES CREAR>>.”

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