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Javier Gomá: «Los políticos buscan el sentido del humor, otra cosa es que lo hagan con éxito»

Por Esther López García , 4 julio, 2016
Editorial Galaxia Gutenberg

Editorial Galaxia Gutenberg

Convencer y emocionar, son dos de los objetivos de la Retórica, en este caso escrita, desde la Antigüedad. ¿Ha querido llegar a la claridad conceptual de sus ideas en su narratio (narración) Filosofía Mundana mediante el ordo, la narrativo brevis y la narratio probabilis y ornata (eficacia de las ideas)?

Estos son algunos de los elementos que estudian la antigua retórica y hoy en el siglo XXI haríamos bien en comprender la inmensa importancia que la retórica tuvo en la cultura moderna hasta el sigo XVIII/ XIX. En el siglo XVII empezó, pero sobre todo en el siglo XIX culminó una transición que ha tenido unas consecuencias colosales: la transición de la cultura oral a la cultura escrita. Aún cuando la escritura se incorporó en la cultura occidental en el siglo VII y VIII antes de Cristo y la imprenta divulgó enormemente el libro, a partir del siglo XV, lo cierto es que la cultura mundial pero también la occidental  fue oral hasta el siglo XVIII. Esto significa que la retórica, que es la manera o el arte de decir verdades convincentes o verdades persuasivas, fue una disciplina extremadamente importante hasta el siglo XVIII y hoy privilegiamos demasiado el punto de vista escrito o literario y olvidamos que si admiramos a los griegos o a los romanos es sobre todo por su retórica más incluso que por su filosofía y que ese gran movimiento que es el Renacimiento Italiano es sobre todo un movimiento retórico, porque en una cultura que era oral, llegaba a ser completamente determinante dominar el arte, dominar las reglas de decir verdades persuasivas y convincentes a través del discurso oral.

Todo el que hoy quiera hacer un discurso que aspire a ser convincente, persuasivo y seductor deberá estar familiarizado con algunas de sus reglas que tuvieron su esplendor en la retórica antigua y algunas de esas son las reglas que usted ha mencionado en su pregunta. La buena disposición, el orden, la claridad, la brevedad, el buen diseño, la invención, son elementos muy importantes que hay que tener en cuenta.

Con el formato de Microensayos abraza la virtus de la brevitas. Quantum opus est, lo que es necesario que digamos, y Quantum satis est, lo que es suficiente que digamos. ¿Un formato más extenso hubiera truncado la esencia de su libro?

Pues, he escrito otros libros, entre ellos la tetralogía de ejemplaridad y aspiro a que en todos ellos haya claridad, haya elegancia, haya orden, armonía en la exposición, gusto literario, pero lo que no es fácil es que haya en una tetralogía la brevedad, no es fácil tampoco que emerja el yo, el autor con sus conflictos y con sus anécdotas y tampoco es fácil que aparezca el humor y en cambio cuando pensamos en una filosofía mundana, cuando pensamos en cualquier cosa mundana, la brevedad, el ingenio y el humor son ingredientes necesarios y en consecuencia los microensayos de la filosofía mundana eran un instrumento particularmente idóneo para convertir la filosofía en mundana.

En uno de sus relatos recuerda que el hombre es un animal consuetudinario. ¿Las costumbres sociales actuales son necesarias para el individuo contemporáneo superstite a sus circunstancias? (Lo que se venía llamando contexto).

Si, justamente en ese microensayo  de la costumbre del vivir o aquel otro que es un contrapunto político de porqué obedece la gente, trata de destacar el hecho de que el hombre se ha inventado sus costumbres como remedio a su finitud, tenemos poco tiempo y debemos concentrar nuestra creatividad en lo verdaderamente importante, lo verdaderamente importante nuevo, lo verdaderamente innovador y por tanto confiamos la inmensa mayoría de las decisiones cotidianas a aquellas costumbres que ya están probadas que son buenas, no podemos prescindir de las costumbres, como no podemos prescindir de la gravedad o del aire, es aquello que nos sostiene, y aquello que,  contrariamente a lo que se suele decir, la costumbre no es contradictorio con la novedad, con la creatividad, con la  originalidad sino más bien es su presupuesto, solamente en la medida que existen costumbres que nos relevan de pensar en muchas cosas, solamente entonces podemos concentrar nuestra creatividad en lo verdaderamente nuevo.

En su libro menciona la cita de Séneca. Imaginem vitae suae (la imagen de su vida) ¿Es de la opinión que todo verdadero conocimiento es póstumo? ¿Qué papel juega en nuestra sociedad la imagen ejemplarizante y ritual de las figuras religiosas?

Si pienso en que en el ámbito de la vida personal, en la medida en que la vida de una persona está siempre abierta, que se está siempre en construcción solamente llegamos a conocer el cuadro entero de la vida de una persona y por tanto tener el asombro ante su verdad integral cuando muere, y por eso descubrimos la verdad entera e integral solamente cuando es demasiado tarde y por eso los griegos llamaban a la verdad Alétheia/ἀλήθεια de alithos/ἀληθῶς no olvido consistía en que la verdad consiste en rememorar aquella persona que por desgracia ya no está. Esto por supuesto no significa que antes no exista el conocimiento, el conocimiento por ejemplo no el conocimiento científico, sino el conocimiento que te da la empatía, el trato, la interacción con el otro, el amor, la amistad, las relaciones interpersonales; pero también la grandeza de lo humano es justamente su paradoja y su tragedia, su tragedia porque su conocimiento es póstumo, pero también su grandeza es que la verdad que una persona encierra puede tener una continuidad más allá de la muerte, a través de esa imagen que se mantiene viva en el recuerdo de los supervivientes y puede seguir desarrollando su influencia positiva y también iluminando con su fuerza.

La religión y lo sacro están íntimamente unidos, de hecho, en parte, la religión se define por la distinción entre un elemento pagano y un elemento religioso, entre un elemento justamente sagrado y otro elemento profano, entonces lo religioso y lo sagrado creo que están íntimamente unidos,  otra cosa distinta es si solamente existe un Dios religioso o podemos tener acceso a una divinidad con fórmulas no estrictamente religiosas, no estrictamente institucionales. A estos efectos llama la atención la propia figura del galileo, del Jesus fundador del cristianismo, puesto que los estudiosos destacan el hecho de que no era una persona particularmente relacionada con las instituciones religiosas, sino más bien en una relación dialéctica con ellas y fundaba su actitud a través de una declaración directa con Dios. Tendríamos ahí un ejemplo de personas en las que a lo mejor las instituciones religiosas no son fundamentales para su vida sino que tienen un fundamento más carismático, en resumidas cuentas la religión y lo sagrado sí están unidos pero lo divino y lo religioso no necesariamente.

La base de su argumentum la da una comprobación de un grado indubitable de seguridad. ¿Situa sus argumenta desde qué grado de verosimilitud?

Bueno, decía que pensaba que esta pregunta tiene que ver con la distinción que hago en mis textos entre la verdad científica que reside en la verificación empírica y la verdad  retórica que reside sin embargo en el consenso, en la aceptación, en la persuasión y que por eso precisamente la verdad literaria está como dijimos al principio particularmente conectada con la retórica.

¿Se considera excepcional, extravagante, que se sale de la norma común, o extraordinario, que sigue la norma pero la lleva a un grado de perfección y cumplimiento?

Yo me considero del montón, de hecho, si tuviera que elegir, mucho más cerca de la persona ordinaria que de la persona excepcional.

© Esther López

© Esther López

Del himno a la Cosmovisión a la elegía de la individualidad moderna. ¿Hacia dónde se encamina, según su percepción, la posición en el mundo del individuo?

En mis textos, justamente en el  universo de conceptos que sugiere la pregunta lo que yo destaco es que la creación de la individualidad moderna, es aquel momento en el que el hombre que formaba parte del cosmos, hasta el siglo XVIII, de pronto se  emancipa del cosmos, ya no es una parte de un todo que le transciende, es él mismo una nueva totalidad y experimenta ese doble sentimiento: el de poseer una dignidad infinita y el estar destinado a la indignidad de la muerte.

¿Qué destacaría del relato del siglo Tonio Kröguer, al que hace mención en el libro?

Pues que no es el relato mejor del siglo como argumenta en el segundo ensayo, pero si quizás el relato en el que se produce un giro que expresa bien la nueva dirección que a mi juicio debe tomar la cultura y es el giro de la domesticación del romanticismo, no la negación ni la extirpación del romanticismo que es inherente al corazón del hombre y de la mujer modernos, sino de su domesticación. A partir del siglo XVIII y del siglo XIX reivindicamos el anhelo infinito del corazón, un anhelo infinito que tiene algo de salvaje, algo de bárbaro y el relato de Tonio Kröger es la historia de una cierta educación o civilización de ese anhelo e indica a mi juicio, el camino que la cultura debe seguir en sus próximas etapas.

En el miniensayo Sor-pre-sa incluye la cita de Verlaine: Car nous voulons la nuance encore/ pas la couleur, rien que la nuance…/et tout le reste est littérature. ¿Cuál es el matiz que continúa sorprendiéndole todavía?

Pues quizás sí, quizás la actitud filosófica sea  la de convertir la naturaleza en sorpresa, en uno de los microensayos también hablo de aquellas  sensaciones que todos hemos tenido alguna vez de extrañar tu propio cuerpo, de extrañar tu propio brazo, como es posible que me salga a mí un brazo y ves tu propia mano y la ves con extrañeza, pues esa sensación de extrañamiento respecto a lo real, esa sensación de que todo lo que nos parece cotidiano en realidad podría ser de otra manera, esa actitud es genuinamente filosófica, y no me refiero ya solamente al brazo o solamente a elementos que te rodean, sino hacia todo lo real, hacia toda la realidad, hacia el mundo entero. Todo podría ser de otra manera y sentir sorpresa, curiosidad, estupefacción,  extrañamiento es quizá la actitud más genuinamente filosófica.

¿Cuáles son las causas en base a las cuáles cree que los políticos evitan mostrar la virtud sentido del humor y hacen un permanente ejercicio de contención expresiva, verbal y no verbal ? (Unos más que otros).

No estoy seguro de que prescindan del sentido del humor, al contrario, lo buscan, otra cosa es que lo hagan con éxito, estoy pensando en el presidente de los Estados Unidos que tiene jornadas con periodistas en las que sistemáticamente sueltan chistes, hasta la utilización cada vez más frecuente del sentido del humor en las redes sociales para intentar mostrar una faz simpática, grata, más allá de la angustiosa lucha política. Otra cosa es que lo hagan con éxito y otra cosa es que lo hagan a costa de uno mismo que es el buen sentido del humor, la autoironía; pero sí que yo percibo que cada vez más el sentido del humor forma parte de la imagen de los candidatos para tratar de limar el exceso de narcisismo y de prepotencia que normalmente acompaña la imagen de los políticos.

¿La visión contrapicada desde las que observamos las escenas vulgares ejemplifica, en su modalidad más amplia, el relativismo social más libre? ¿Es el Sursum Corda actual más democrático?

Bueno, es que para mí el relativismo, el sano relativismo es bueno y cuando se usa el relativismo como critica, no estoy de acuerdo. Hay un sano relativismo porque solamente si las verdades son relativas se puede discutir sobre ellas, solamente pueden ser objeto de debate aquellas verdades que admitimos que pueden ser mejoradas, que pueden ser criticadas, y que en su caso incluso pueden ser abandonadas. Imagínese una sociedad en la que todos estuvieran completamente poseídos por verdades absolutas, que ninguno de ellos estuviera dispuesto nunca ni a  someterlas a crítica, ni a deliberación, ni a debate, ni a abandonarlas nunca. Sería una sociedad invivible.

¿Cuál es su silogismo preferido?

Hay muchos tipos de silogismos, en el silogismo verdadero yo prefiero sin dudarlo una verdad relativa a una verdad absoluta.

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