Portada » Columnistas » De este blog no viviré » Andrés Hernández, el esgrimista tranquilo

Andrés Hernández, el esgrimista tranquilo

Por Fermín Caballero Bojart , 1 julio, 2015
Andrés Hernández Caballero. Campeón de España. Quinto en Cto. de Europa Junior 2015.

Andrés Hernández Caballero. Campeón de España. Quinto en Cto. de Europa Junior 2015.

Andrés Hernández Caballero, cuyo rostro enjuto queda lejos del atezado que Dumas le endosó a D’Artagnan, pero con los pómulos y ojos del gascón, se presenta ante mí desarmado de sable. De paso firme, con el aplomo que le da su elegante zancada, le acompaño a través de las azuladas instalaciones del Club de Esgrima Madrid, que le han visto crecer y madurar. Media vida dedicada a la esgrima le ha llevado a comprender esta disciplina de la única manera posible: sin sacrificio no se alcanza el éxito.

El actual panorama de la esgrima española deja mucho que desear, por motivos ajenos a la calidad de los esgrimistas españoles que acuden a competiciones internacionales. Alcanzar el quinto puesto del Campeonato de Europa junior celebrado el pasado mes de marzo en Maribor (Eslovenia), supone un papel digno y gratificante.

Hernández venía de merendarse al ruso Efimov (15-4) cuando cayó en la tabla 8 frente al ruso Danilenko, a la postre campeón de Europa, en un combate limpio y bien afrontado en su primer parcial, donde ambos sablistas iban muy igualados (8-7). En el segundo parcial el ruso, dejando su honor aparte, tuvo que emplearse a fondo y sacar lo mejor de sí mismo para derrotar al español y vengarse por su compañero. Hernández se convertía en el español mejor clasificado del Europeo junior. La potente Rusia se alzó con el primer puesto del medallero por delante de Hungría y Alemania.

“Llegué con el tobillo recuperado de una lesión, que me había tenido parado unos días” me anota Andrés que observa las evoluciones de un fondo de la pequeña Elena, su hermana.

El campeón español (8 veces campeón de España por equipos en todas las categorías) se encuentra cómodo y relajado durante la conversación, mientras me explica las diferencias entre el florete, la espada y el sable, su especialidad.“Ha sido mi mejor temporada”. Un año que ya toca a su fin y que le ha dado una confianza extra para asaltar la próxima temporada, la última antes de convertirse en absoluto, pero sin dejar sus estudios (INEF). Un nuevo curso universitario y unas metas deportivas reales que habrán de esperar a que pase el merecido descanso veraniego del deportista, para seguir engrosando la sala de trofeos de su querido club.

Una sala de pesas, varios cables aéreos conectados a los marcadores electrónicos, caretas sobre estantes, un ventilador y ruido de sables envuelven las respuestas a mis atrevidas preguntas.

¿Cómo empezó todo? Empecé a hacer esgrima con 8 años, en el Club de Esgrima Madrid, que en ese momento se encontraba en un pequeño piso en la calle Alcalá. Me apunté con mi primo para probar el deporte como una actividad extraescolar más. En ningún momento pensaba que este deporte se iba a convertir en lo que es hoy para mí.

¿Cómo se define deportivamente Andrés Hernández? Soy tranquilo, trabajador, luchador, persistente, con algunos momentos de insensatez.

¿Cómo es un día en la vida de un esgrimista de 19 años?Me levanto muy temprano para ir a la universidad. Hay días en los que hago doble sesión de entrenamiento y voy a mi club antes de comer para recibir la clase de mano diaria de mi entrenador, después regreso al club para entrenar, haciendo una media diaria de tres horas. Al final del día ya solo queda estudiar y descansar para empezar con fuerza al día siguiente.

¿Cuál ha sido tu mejor temporada tras 10 años como tirador? Esta temporada ha sido la mejor de mi carrera, ha habido un avance psicológico muy importante, que ha ido acompañado de buenos resultados y que ha ayudado a la consolidación de mi propio estilo al hacer esgrima.

¿Qué te ha aportado la esgrima? Me ha aportado madurez, forma física, grandes viajes, muchos amigos, muy buenos momentos con mis compañeros, me ha permitido ver países que no habría conocido si no practicase este deporte, ha hecho que sea disciplinado y algo más responsable, me ha enseñado todo lo que se puede conseguir con esfuerzo y persistencia y me ha dado momentos inolvidables gracias a todas la personas y situaciones que hay en este pequeño mundo.

¿Qué sientes al empuñar el sable? Me siento bien, haciendo lo que me gusta, seguro y con la sensación de que tienes total manejo de tu arma. Son momentos de evasión de todo lo demás en los que hay que disfrutar cada acción.

¿Cómo analizas a tus rivales durante el combate? Hay muy poco tiempo para analizar al contrario durante el asalto. Suelo aprovechar el tiempo que hay entre el final de la acción y la puesta en guardia para empezar el siguiente punto, donde intentas ver por qué has fallado e intentas adivinar cuál va a ser la siguiente acción que va a ejecutar tu contrincante para poder contrarrestarla. También hay un minuto de descanso cuando uno de los dos tiradores mete el punto número ocho, en el que hablo con mi entrenador y me ayuda a percibir los errores que no se pueden ver cuando estas metido en el asalto.

¿Con qué sensaciones te quedas del pasado Campeonato de Europa Junior celebrado en Eslovenia? Fue una gran competición en la que, tanto mis entrenadores como yo, nos dimos cuenta de que no estábamos tan lejos del mejor nivel de esgrima que había en ese momento en Europa. Ese día todo salió bien, tenía confianza en mí, eso hizo que fuese con menos presión, había entrenado poco pero con mucha calidad. Hubo un antes y un después tras esa competición, ya que salí muy reforzado para lo que quedaba de temporada, y estábamos en un momento en el que había competiciones muy importantes.

Cuenta Agassi en sus memorias que el tenista es el deportista más solitario. ¿Cómo es la soledad del sablista? Al igual que en el tenis, la esgrima es un deporte en el que se enfrentan 1 contra 1, esto hace que los logros y los triunfos casi siempre sean individuales. Eres el responsable de tu propio esfuerzo. A veces se vuelve algo agobiante. Sin un estímulo en forma humana es complejo seguir a punto en los entrenamientos o tener una motivación para entrenar y mejorar más allá de la pura competición o de los rivales.

¿Qué objetivos te marcarás de cara a la próxima temporada? La próxima temporada coincide con mi última temporada junior, es un año muy importante ya que hay que salir muy bien reforzado para empezar el ciclo absoluto con más seguridad, ya que es un cambio muy grande. El objetivo a nivel nacional son los Campeonatos de España tanto junior como absoluto, en el individual junior hay que estar luchando por conseguir el oro y hacer un gran papel en el absoluto; y por equipos, tenemos un gran equipo en las dos categorías y defendemos el primer puesto conseguido en ambos campeonatos esta temporada. A nivel internacional, gracias a mi club y a la Federación Madrileña y al esfuerzo familiar podré salir a algunas de las Copas del Mundo del circuito junior, el objetivo es conseguir el resultado con el que me pueda clasificar al mundial. Una vez conseguido esto, los dos grandes objetivos de la temporada son hacer una gran competición tanto en el europeo como en el mundial junior. 

 

AHC2

Andrés Hernández Caballero (Madrid, 1996), casado con la esgrima desde los 8 años, campeón nacional por equipos en todas las categorías, tirador internacional desde los 14, vivió su primer Europeo a los 16 y su primera experiencia en un Mundial con 17. Sablista del Club de Esgrima Madrid, campeón de España en 2013. Campeón de España Absoluto por equipos en 2014 y 2015. 2º en los Campeonatos del Mediterráneo Junior 2013 (individual y por equipos). 5º en Campeonato de Europa Junior 2015.

 

 

 

2 Respuestas a Andrés Hernández, el esgrimista tranquilo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.