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21 de mayo. Nace un rey donde nunca se pondrá el sol

Por Víctor F Correas , 21 mayo, 2015

Valladolid. Tal que hoy hace 488 años. Palacio de Pimentel, al pie de la iglesia de San Pablo, cerca de las cuatro de la tarde.

Tras trece horas de espera, en una habitación de dicho palacio resuena un llanto. Un niño acaba de nacer. Es el único ruido que se escucha. La madre ni siquiera gritó, o al menos eso dicen algunas fuentes. Cuestión de dignidad. La protagonista, que consideraba que las reinas de España no debían manifestar dolor alguno en ese trance. Porque ella lo es. La reina Isabel, que acababa de dar a luz a su primer hijo. Y a poca distancia de ella, complacido, un hombre la observa. Se llama Carlos, es el marido de Isabel, y por tanto, el rey de España. Su rostro es alegre, feliz. Sonríe con ganas mientras observa cómo la criatura recién nacida es limpiada y atendida en sus primeros momentos de vida. No es para menos: es su heredero. Se llamará Felipe, y con el tiempo también será rey de España, de las Américas y de tantos vastos territorios que en ellos nunca se pondrá el sol.

Y eso es de lo más reseñable del día, el nacimiento de Felipe II. El resto se reparte entre hazañas y acontecimientos de diversa índole con París como protagonista. Así, hace 88 años, y después de 33 horas de viaje y casi 6000 kilómetros de vuelo, un piloto norteamericano llamado Charles Lindbergh aterriza en dicha ciudad en lo que es el primer vuelo trasatlántico sin escalas a bordo de un avión diseñado por él mismo, El espíritu de San Luis. Aparte de la gloria, se embolsa 25.000 dólares. Que no es moco de pavo en la época.

Todo por llegar a París en avión. Una ciudad en la que años atrás, en 1871, el primer ministro francés Adolphe Thiers lanzó 100.000 soldados contra los comuneros que controlaban la ciudad. La orden era clara: exterminar La Comuna de París a sangre y fuego. Siete días después, la ciudad quedará limpia después de fusilar en masa a todos los comuneros, que resistieron lo que pudieron ante la artillería y el avance de las tropas gubernamentales.

Y la última noticia parisina: hoy hace 111 años se fundó allí la Federación Internacional de Fútbol Asociación, que gobierna el fútbol mundial. La sede, en Zurich, desde donde vela democrática y caritativamente por el deporte de pegar cuatro patadas a un balón, fomentando valores y creando riqueza allá donde va el balón. Entre otras cosas.

Y para acabar el día, el recuerdo de otra batalla. La que supuso el fin temporal de la Guerra de las Dos Rosas en Inglaterra hace 544 años. Los de York derrotaron a los Lancaster en la batalla de Tewkesbury, y parece que la paz volvía a la isla. Parecía. La guerra no concluiría hasta catorce años después, en 1485.

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