155 años de ‘El origen de las especies’ de Charles Darwin

Esfuerzos que merecen la pena. El tiempo. Saber utilizarlo en provecho ajeno, del de toda la humanidad.

Eso debió pensar cuando tuvo el primer ejemplar en sus manos. Veinte años de trabajo y de investigación y otros cinco de interminables y duros viajes. Porque aquello era viajar, jugarse la vida en cada desplazamiento, sentir el aliento de la muerte en cualquier ola traicionera, en una esquina mal iluminada o en una curva sin peralte. Y él gastó esos cinco años en recorrer medio mundo: Islas Galápagos, Tahití, Nueva Zelanda, Australia, Tasmania, Isla de Keeling, Mauricio, Brasil, costas de Sudamérica, Azores… Deslizó los dedos de su mano izquierda por la portada como quien acaricia el objeto más preciado del mundo; como quien desea lo mejor para su hijo y lo bendice para que tenga una vida lo más plácida posible. En ambos casos, lo era. El libro. Esa portada. Ese título. No anduvo tan desencaminado Malthus. La idea estaba ahí; se trataba de profundizar en ella, de encontrarle un sentido práctico. Y él lo encontró. El libro que tenía en sus manos era la respuesta a la teoría de Thomas Malthus y a sus múltiples observaciones en esos cinco años de incierto peregrinaje a bordo del Beagle. ¿Por qué dos pájaros que viven en las mismas islas son tan diferentes? Las Islas Galápagos, tan alejadas de todo. Especies similares con distintos rasgos que sobreviven en cualquier contexto. Alguna causa tenía que existir para explicar por qué unas sobreviven y otras desaparecen siendo la misma especie; o por qué unas se adaptan mejor que otras a determinadas situaciones. ¿Cuál tuvo que ser el origen de las especies? Tras cinco años creyó haber dado con la respuesta.

Y la respuesta era ese libro que Charles Darwin volvía a hojear curioso. Sin saber que lo mismo serviría para explicar la supremacía de una raza sobre otra, de unos individuos sobre otros, de unos personajes sobre los demás. Así de simple.

Tal día como hoy hace 155 años Charles Darwin publicó El origen de las especies. La solución para cualquier pregunta. Al fin y al cabo no somos más que eso, especies.